Técnica quirúrgica realizada con la técnica de laparoscopia (sin cortes) para perder peso de forma permanente. Consiste en unir el intestino consiguiendo reducir el estómago casi un 90%. Gracias a esto se consigue provocar saciedad y logrando que los alimentos se absorban en menos tiempo.
Este tipo de tratamiento está recomendado para personas con obesidad con índice de masa corporal entre 35 y 40 y con enfermedades mayores asociadas a la obesidad como es el caso de la hipertensión y la diabetes.
La duración de la intervención es de 2 a 4 horas con anestesia general y necesitando ingreso hospitalario mínimo de 2 días.
Una vez realizada la intervención es necesaria una dieta postoperatoria durante un mes, para poder introducir una dieta normal a partir de la sexta semana.
La recuperación es rápida y casi sin molestias ya que no existen incisiones ni heridas externas.
Es necesario el asesoramiento de diferentes especialistas médicos, cirujanos, nutricionistas, psicólogos y preparadores físicos.
Este tipo de tratamiento tiene una duración aproximada de 12 meses permitiendo la educación de hábitos dietéticos adecuados para lograr el éxito del tratamiento